Una experiencia profesional en bici de ruta

La previa. Un ajetreado día de diciembre que se desarrollaba entre la entrega del avance de mi tesis, el término de un ciclo anual de trabajo (soy responsable del Área de Comunicación de una institución educativa), la locura propia de fin de año y los entrenamientos de siempre, Osmar me envió una invitación deportiva. De soslayo vi que se trataba del Gran Fondo New York ¡en Uruguay! De inmediato demostré interés y casi sin darme cuenta al otro día ya estaba inscripta.

Faltaba mucho, pero comenzamos a interiorizarnos un poquito más. Sabía de la existencia del Campagnolo Gran Fondo NY, pues Osmar había tenido intenciones de ir al de San Luis (Argentina) hace un tiempo. Entre los boletines de noticias que fuimos recibiendo y las redes sociales, la actividad comenzó a tomar forma y el entusiasmo creció. También comenzamos a incluir tiradas largas en bici de ruta en nuestros entrenamientos.

La carrera. Los aficionados al ciclismo de ruta de Uruguay no contamos con muchas instancias de cicloturismo, fondos o similares, más allá de salidas grupales. El Campagnolo Gran Fondo New York constituye, por lo tanto, una oportunidad única por la envergadura de la actividad. ¡Se trata de un gran fondo y no solo por el nombre, sino por la organización! Y además, la oportunidad marcaría un hito en la historia del ciclismo de ruta del Uruguay para aficionados, puesto que sería la primera edición del Gran Fondo New York Uruguay.

La contienda se realizó el domingo 6 de marzo y la organización ofreció dos distancias: 187 k para los avezados y 85 k como medio fondo. El punto de salida y llegada fue el Hotel del Lago en Punta Ballena frente a la espléndida Laguna Del Diario. El entorno, de natural belleza, era el marco perfecto para una rodada que prometía ser inolvidable.

El homenaje y la experiencia en carrera.  Operaron a Tachi, el padre de Mónica ―compañera de Distancias Solidarias―, así que continuamos con él en nuestras espaldas en un dínamo de energía que fortalece y empodera a todas las partes. Homenajear el padre de una amiga y compañera de equipo es un compromiso que vivimos con orgullo, alegría y responsabilidad.

La largada de la carrera, en el marco de pronósticos de vientos y lluvia, estaba prevista para las 7 AM. Sabíamos que hasta 15 minutos antes se podía entrar al corral de salida, así que con tiempo suficiente nos acercamos a la zona. Los participantes ―escasos para la envergadura de la actividad― se alistaban para salir. Había hermosas bicicletas, elegantes y bien pulidas; había rostros felices y expectantes; había mucha adrenalina y ganas de comenzar a pedalear.

Debido a mi aprehensión por los pelotones, agravada por una caída que tuve en diciembre pasado (se preguntarán qué hago entonces practicando el ciclismo de ruta), me ubiqué casi al final, junto con otras ciclistas que acusaban los mismos miedos. La cuenta regresiva se hizo esperar y finalmente salimos a tren controlado hasta la ruta 10. Salí rodando con mucha atención y cuando quise acordar todos los participantes iban muchos metros adelante y a mis espaldas estaban la ambulancia y el coche escoba (el que recoge a todo aquel que no cumple el mínimo de velocidad exigida o tuvo algún inconveniente que no le permite continuar).

El tren controlado iba rápido, así que comencé a “meter pata” para no quedarme atrás y de paso entrar en calor. Así llegué a la primera gran cuesta: el Lomo de la Ballena. Con cadencia y esfuerzo comencé a recuperar lugar y a sentirme cada vez más cómoda, a pesar del fuerte viento cruzado que nacía del mar.

Recorrimos toda la playa Mansa y la península con Eolo soplando de costado. El puerto lo hice con un grupo que emergió naturalmente, pero que se disgregó poco después. Al tocar la rambla de la playa Brava, el viento se transformó en una mano amiga que empujaba las espaldas de los corredores y mi cuentakilómetros marcaba arriba de 40 km/h. Así llegué hasta la Barra, pasé el puente y comencé a recorrer la ondulada rambla que, entre playa y lindos comercios, llega hasta Manantiales. La ruta 104 me esperaba con sus largas subidas y bajadas. El viento ya no estaba a favor de los corredores y comencé a sentir cómo me acariciaba la cara.

Un par de kilómetros antes de terminar ese trecho, que es verde y muy arbolado, estaba el puesto de hidratación. Decidí no parar, pues tenía agua suficiente (salí con dos caramañolas grandes) y también sólidos (barritas de cereales y ticholos). A pesar de que circulaba arriba del promedio exigido, temía por lo que faltaba; decidí entonces seguir ya que cada minuto contaba y no necesitaba las provisiones del puesto. El fantasma del coche escoba iba a mi lado.

La temida lluvia prevista ―no me gusta pedalear en bici de ruta cuando el asfalto está mojado― había llegado y me mojaba con constancia, pero delicadamente. Ese panorama, de cuestas onduladas y prudente lluvia, cambió al doblar por la ruta 9. El viento se hizo más intenso y también el agua que comenzó a caer con más fuerza. El tránsito se volvió más espeso y mientras tanto seguía dando pedal sola, sin hallar un grupo con el que compartir fuerzas.

Casi al final de la ruta 9 encontré a Mónica y a Noela (de Elequipo) y pudimos armar un buen grupo para tirar y balancear nuestra energía que estaba muy menguada. Teníamos poco resto para charla, así que nos dimos algo de ánimo y seguimos intensamente. Al doblar en la ruta 12, el último tramo, sabíamos que nos faltaban 15 durísimos kilómetros.

Sin parar de disfrutar y saboreando el valor de usar el jersey del Gran Fondo en la rambla montevideana, no nos dimos tregua. En los últimos kilómetros nos disgregamos, pues cada una aprovechaba los últimos estertores de energía en función de sus puntos fuertes. Con Noela entramos en el glamoroso barrio de la Laguna del Diario juntas y pasamos la meta con la satisfacción de haber pedaleado constantemente durante más de tres horas y la alegría de haber dejado al “barredor” atrás.

 

Ficha de valoración del Medio Fondo (85 k, Gran Fondo New York Punta del Este)
6 de marzo de 2016, Punta del Este

Comunicación:  La comunicación previa fue excelente, con una estética acorde a la actividad madre (el Gran Fondo New York) y con la información necesaria. Durante la previa, algunos ítemes cambiaron (lugar de salida de la carrera, días de entrega de kits) y generaron algo de confusión. Suponemos que los cambios se debieron a la engorrosa logística de una actividad de ese porte.

Como adelanto tuvimos un video promocional, información de otros fondos, detalles del entrenamiento necesario y algunas entrevistas (estas últimas dejaron mucho que desear, puesto que les faltó una buena edición periodística) que fueron la referencia necesaria para ambientar al Gran Fondo Punta del Este.

El día después y sin perder el sentido de la oportunidad, la organización divulgó un emocionante video y preciosas fotos que alimentaron el orgullo de quienes habíamos participado.

Entrega de kits: La entrega de kits estaba prevista para realizarse el jueves en Montevideo y el sábado en Punta del Este. La instancia del jueves se suspendió y se realizó exclusivamente el sábado. El trámite fue ágil, rápido y eficaz. En una bolsa de lienzo de muy buena calidad encontramos la remera, el número con el chip para la bicicleta, el número de corredor para la espalda y una pulsera identificatoria, además de un par de barritas de cereal y publicidad de otros fondos.

Remera: ¡La remera es divina! Había talles para mujeres y hombres y de todos los tamaños. La calidad es excelente y será, sin lugar a dudas, exhibida en muchos entrenamientos. El jersey oficial del Gran Fondo NY Uruguay es vistoso y con la luminosidad suficiente para no tener que usar chaleco reflectivo.

Manejo del tiempo: Nos sorprendió la tardanza en la largada, fueron aprox. 15 (¡inadmisibles!) minutos.  En Uruguay es habitual, pero el mal manejo del tiempo no es común en otros lugares del mundo y el Gran Fondo New York, por su relevancia, debería honrar esa foránea tradición.

Recorrido: El recorrido del Medio Fondo es impresionante y tiene de todo: la gran cuesta del Lomo de la Ballena, varios kilómetros planos para embalar, un paseo por el puerto de Punta del Este, otro envión raso hasta La Barra, sinuosas ondulaciones para llegar a Manantiales, la ruta 104 en la que comienza la diversión entre subidas y bajadas, la ruta 9 que parece endurecer la cuestión un poquito más… hasta que llega la ruta 12 y las piernas piden clemencia.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): El recorrido estuvo bien marcado y contó con la seguridad mencionada en las comunicaciones previas (servicio de Policía Caminera sin cortes de ruta). Además, hubo especial identificación en puntos críticos como en despertadores de la ruta 10 antes de llegar a la 104. El Medio Fondo contó con un puesto de aprovisionamiento que no visité, así que no puedo reseñar sus servicios. Al finalizar el recorrido y luego de pasar por el arco, había agua y Gatorade; en ese lugar se notó la ausencia de fruta que el cuerpo reclamaba luego del intenso ejercicio.

En un espacio natural inmejorable y con mesas esmeradamente acondicionadas, se desarrolló la Pasta Party que tuvo hasta buen café. Un servicio de buen nivel, sin lugar a dudas.

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡Sí! Quiero volver a hacer el Gran Fondo New York Punta del Este en 2017 y quiero muchos fondos más. Felicitamos a los responsables de la iniciativa y, más allá de algunas pequeñas cuestiones, queremos destacar el notable trabajo realizado.  El eslógan fue «Be a pro for a day» y realmente me sentí como una profesional del ciclismo de ruta, fue una experiencia que nunca pensé vivir. ¡Por muchos más!

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

Con Aguada comenzó el torneo 2016 de la AAU

La convocatoria de atletismo más grande del Uruguay. ¡Comenzó el campeonato 2016 de la Agrupación de Atletas del Uruguay (AAU)! La AAU es una entidad sin fines de lucro que tiene como objetivo principal fomentar las carreras de calle del Uruguay y realiza la convocatoria de atletismo más populosa de nuestro país.

Desde hace 51 años, la Agrupación lleva adelante un campeonato anual que congrega mayormente a atletas aficionados. De marzo a noviembre, la entidad ofrece carreras de calle en Montevideo y en el interior del país. Diversos organizadores (clubes y asociaciones civiles) se asocian a la Agrupación para la realización de las diferentes contiendas que puntúan para el torneo anual. En 2016 el campeonato se denomina “Fundación Teletón”, organización con la que la Agrupación tiene una rica historia de trabajo en común.

La carrera. La primera etapa del torneo 2016 se realizó el domingo 28 de febrero y la organización recayó en manos del Club Atlético Aguada. Para celebrar sus 94 años, esta institución planteó un trayecto digno de disputarse en verano, con un recorrido muy arbolado.

La carrera salió desde la puerta principal de la sede del club en la calle San Martín; el inicio fue en una larga subida que marcó la cadencia de los corredores, más allá del ímpetu que implica la salida de un esperado inicio de campeonato. Al llegar a Antonio Machado doblamos a la derecha hasta Penco, luego tomamos Melián Lafinur, Marcelino Sosa, Yatay y nuevamente San Martín. Fueron dos vueltas y cada una midió aproximadamente 4,6 k.

El club.  Dice la historia oficial del Club Atlético Aguada que un movimiento de niños, adolescentes y jóvenes impulsó la fundación de la institución en febrero de 1922 a partir de la “invitación a hacer deporte” con la ubicación de la Plaza de Deportes Nº 1 frente a la Iglesia de la Aguada.  

El barrio Aguada nació para proveer agua dulce a la ciudad de Montevideo. En los lugares próximos a los ricos pozos de agua, se apostaron diversas empresas que fueron poblando la zona. Por otra parte, la instalación del Club Olimpia en el barrio y la presencia de grandes figuras del básquetbol y de Primo Gianotti ―reconocido profesor de Educación Física en aquel momento― “catapultaron el deseo de los aguateros en la formación de una entidad deportiva”.

En febrero de 1922, en casa del vecino Hugo Di Corcia se realizó una reunión en la que se fundó el club con los colores de la bandera italiana (en homenaje a la familia que prestó su hogar para la realización del encuentro). La institución tuvo como objetivo la práctica de diversos deportes y logró importantes victorias que “impulsaron el entusiasmo de la populosa y extendida barriada. Con el tiempo, el básquetbol pasó a ser la disciplina preferida”.

Entre conquistas deportivas, el club aumentó su parcialidad mientras ganaba prestigio. En los primeros años de actividad, Aguada practicaba y jugaba en la plaza de Deportes hasta que en 1934 el terreno tuvo otro destino que obligó también el traslado del Club Olimpia a  Colón.  Aguada debió, entonces, buscar un nuevo predio. Le siguieron varias locaciones, todas en el barrio, hasta que en la década de los 40 del siglo XX una fuerte movilización de vecinos con colectas y contribuciones permitió encontrar la actual locación de la Avda. San Martín.

Dicen los aguateros que su larga historia “está cargada de gloria y de festejos reiterados” y por ello celebran con orgullo sus casi cien años de presencia en el deporte nacional.

El homenaje y la experiencia en carrera. Como mencionábamos en crónicas anteriores, Tachi ―el papá de Mónica, compañera de Distancias Solidarias― debe realizarse una considerable cirugía cardíaca, así que avisamos a la “comunidad distanciera” y la convocatoria fue un éxito.

Con Tachi nuevamente en nuestras espaldas, salimos a media mañana de un espléndido domingo hacia la zona del Palacio Legislativo. Al doblar desde Avda. Agraciada por San Martín el escenario que nos esperaba nos sorprendió: el arco de salida y llegada de la AAU estaba rodeado de múltiples corredores que daban vida a nuestra querida Agrupación. Nos fuimos acercando y metro a metro comenzamos a vibrar con el “espíritu de la AAU”. Entre saludos y muchas fotos (¡parecía un evento social para la revista Galería!), pasaron los minutos y llegó el momento de la largada.

Diez minutos después de la hora prevista, a las 10:40 h, se inició el campeonato 2016 y casi 1800 corredores nos lanzamos a las calles del barrio Aguada. Fue una carrera con ciertas dificultades (con dos repechos importantes que debimos transitar dos veces cada uno) y muy rápida, como es habitual en las contiendas de la AAU. Fue una carrera lindísima, fruto del gran trabajo realizado por los responsables del Club Aguada.

 

Ficha de valoración de 9,4 k Club Atlético Aguada, primera etapa del campeonato 2016 de la AAU

28 de febrero de 2016, Aguada (Montevideo)

Comunicación:  El calendario de la AAU se hizo público a fines de 2015, así que los integrantes de la entidad ya conocemos las fechas de cada carrera. El club, por su parte, hizo un gran trabajo de difusión de la actividad con una fuerte presencia en las redes sociales.

Entrega de kits: Somos miembros de la AAU y retiramos chip y número (que nos sirven durante todo el campeonato) hace varios días. No podemos, por lo tanto, reseñar la entrega de kits que se debió realizar para los no afiliados.

Remera:  En la AAU los miembros de los diferentes equipos corremos con nuestras remeras, las que nos identifican como grupo. Aguada ofreció, asimismo, una camiseta optativa para no afiliados y aficionados, y se la “jugó”: la prenda con la que celebró sus 94 años era vistosa y original (¡con cuellito, incluso!).

Manejo del tiempo: En esta oportunidad, la largada se retrasó apenas diez minutos.

Recorrido: ¡Lindísimo, tal como comentábamos inicialmente! Algo duro y muy rápido, con un barrio expectante y unos cuantos vecinos en las veredas.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): El circuito fue seguro, como es habitual en la Agrupación. Hubo dos puestos de agua, uno en cada vuelta. Sabemos que para algunos corredores en verano se necesita más hidratación y reclamamos mayor cuidado con la temperatura, ya que el agua estaba muy caliente.

¿Con ganas de correrla una vez más?:  ¡Sí! El trayecto, muy arbolado como mencionábamos, es tan adecuado para el verano que será difícil arrebatárselo al club (recordamos cuánto padecimos la carrera de San José que fue el puntapié inicial del campeonato 2015).

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

 

Un placer para los corredores: trillos, arena y calle en la noche de Punta Ballena

La carrera. Los corredores somos personas afortunadas: descubrimos una excelente manera de ejercitarnos, de aprovechar nuestro tiempo y además conocemos trillos, senderos, calles y recorridos únicos. Y hay organizadores de carreras que nos ofrecen contiendas que son un verdadero regalo. Rogelio Fernández es uno de ellos. Él, además de ser entrenador, es corredor de fuste y organiza carreras que son originales, un verdadero placer. Después de la excelente experiencia de la MATT, cuando Rogelio publicitó la Punta Ballena Night Trail Run (8 y 18 k) no dudamos ni un segundo en anotarnos.

La consigna era correr en la noche del domingo 21 de febrero por la zona de Punta Ballena en el recorrido del segundo día de la Matt Trail Run y probar la fuerza física y la destreza en diferentes terrenos: trillos, arena, calles de balastro y más arena.

El homenaje y la experiencia en carrera.  Decidimos llevar a Lucía con nosotros, pensamos que un “paseo” por Punta Ballena le vendría bien para renovar su energía luchadora. Su tratamiento ha sido fructuoso y comienza una etapa nueva, luego de un año de quimioterapia y radiación.

Minutos después de la hora prevista ―Rogelio es muy puntual― largamos primero los participantes de la versión larga (18 k) desde la Posada Sol de las Grutas hacia el Lomo de la Ballena. Trepamos casi en fila india por un sendero bien marcado pero rústico que termina metros antes de finalizar la explanada del lomo, así que después nos tocó subir esa cuesta que es “comedora de piernas”. En el punto más alto, doblamos a la derecha y sorteando pastos altos, arbustos, ramas y piedras descendimos hasta el caserío.

Comenzó en ese momento la primera parte “urbana” del recorrido entre las elegantes construcciones de la zona. Ese trayecto terminó en la playa y la arena nos esperaba para amortiguar el paso. Cerca del agua, la playa estaba bien apisonada y era fácil correr. La brisa del mar, con la temperatura ideal, nos permitía respirar con facilidad. Mientras corríamos, se podía apreciar el trabajo de quienes pescaban a la encandilada. Una escena extraordinaria, alumbrada por la luna.

Pasados los 8 k doblamos a la derecha y comenzamos un paseo por las calles de Chihuahua para tomar el retorno que es mayormente por la playa con la vista de toda la costa del lugar. Luego de subir una escalera destrozadora que va desde la playa al caserío de Punta Ballena, comenzó la etapa final que es también por balastro. La carrera terminó en el mismo lugar donde comenzó: frente a la encantadora posada Sol de las Grutas.

Con ganas, convicción y seguridad salí a correr los 18 k de la Punta Ballena Night Trail Run. Y mi cuerpo respondió; una vez más, experimenté cómo mi desempeño mejora en ciertas condiciones. La noche, la temperatura ideal, el descanso anterior, las intensas ganas de correr, el lindo recorrido propuesto y Lucía en mis espaldas confluyeron en una carrera de la que me siento orgullosa. Mi cuerpo y mi cabeza estaban en sintonía y al terminarla, cansada por el esfuerzo, sentí la satisfacción y el valor del entrenamiento que me permitió un buen rendimiento.

 

Ficha de valoración de Punta Ballena Night Trail Run
21 de febrero de 2016, Punta Ballena (Maldonado, Uruguay)

Comunicación:  Un mes antes supimos de la carrera, la información fue correcta con los datos necesarios para inscribirnos, abonar y comenzar a entrenar algunos aspectos específicos necesarios para un trayecto de esa naturaleza.

Entrega de kits: La entrega de kits se realizó en Punta del Este días antes y el domingo en el lugar de salida. Fuimos a la hora que comenzaba el retiro del domingo y ya estaba todo listo, en minutos tuvimos chip, número y remera.

Remera:  Es de calidad intermedia y con modelos unisex. El color es anaranjado flúo, muy visible en la noche e ideal para andar en bicicleta.

Manejo del tiempo: Muy bueno, como todas las actividades de Rogelio. Minutos antes de la hora prevista dio una breve charla técnica con algunas especificaciones ―destacó principalmente el espíritu de solidaridad que caracteriza a las carreras de trail―y largó la carrera luego de una cuenta regresiva que realizamos entre todos los participantes.

Recorrido: ¡El mejor recorrido nocturno de trail del Uruguay! ¡Tiene de todo!

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): Muy buena señalización durante todo el recorrido, aunque sabemos que hubo lugares críticos pues los “amigos de lo ajeno” (que no descansan y están siempre atentos) se apropiaron de luces y flechas mientras los organizadores las colocaban. Los 18 k contaron con tres puestos de agua y al pasar el arco de llegada nos esperaban con agua fresca y fruta (¡la mejor sandía del verano!).

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡Sí! Ya esperamos la edición 2016 de la MATT y la Punta Ballena Night Trail Run del próximo año (aunque faltan once meses y medio).

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

San Valentín Diferente

La carrera. Por tercer año consecutivo, Mauricio Ramírez a través de su grupo El Cantero Entrenamientos, convocó a celebrar el Día de los Enamorados de una forma distinta con una carrera en parejas en el atardecer y por la playa. Desde hace un tiempo por estas latitudes comenzó a celebrarse San Valentín, una fiesta foránea, sin lugar a dudas. El mercado ofrece diversas propuestas: románticos desayunos, cenas, escapadas a hoteles de toda índole, viajes y ofertas de chocolate, flores y lencería. Los responsables de márketing buscan entre sus “cajones de ideas” y surge de todo para celebrar el amor. Entre tanta iniciativa, la del El Cantero es fantástica pues agrega deporte. Y a los que nos gusta correr, ¡cualquier excusa nos sirve!

Tanta adhesión ha tenido la carrera, que en esta edición participaron 200 parejas. Y la “San Valentín Diferente” cada año se profesionaliza más. En esta oportunidad tuvo arco, antorchas, números en tela sedosa (¡únicos realmente!) y hasta un cartel en tamaño natural de una pareja con rostros troquelados para tomarse románticas fotos.

La actividad contó con conducción de Paola Bianco y Rafa Villanueva, figuras de la TV nacional, la entrada en calor de la entrenadora Claudia Esteves Ehlert y la presencia de deportistas de élite de nuestro país. Tanto es así que en el podio estuvieron algunas de las piernas más veloces del Uruguay (María Pía Fernández y Eduardo Gregorio en el primer puesto, María Laura Bazallo y Luis Noguez en el segundo lugar, y Romilda Porrini y Gustavo Garrel en el tercero).

El homenaje y la experiencia en carrera.  Nuestra querida Lucía ha recibido buenas noticias en relación con su tratamiento y decidimos correr nuevamente por ella para celebrarlo y porque hace justo un año comenzaba a transitar un camino de lucha y esperanza frente a un linfoma de Hodgkin. Y con Lucía en nuestras espaldas salimos a correr juntos. Osmar comenzó a zigzaguear entre los participantes para buscar un lugar en el que pudiéramos correr con ritmo y no me dio tregua. Puso primera, segunda, tercera y, cuando dedujo que yo había entrado en calor, llegó la cuarta. Así llegamos hasta el puesto de agua que marcaba la mitad de la carrera.

Casi al finalizar el recorrido, en la cuesta que une la playa y la rambla, Osmar apuró más el paso y me tomó de la mano. Las fotos de nuestra llegada (yo tengo cara de loca) son el fiel reflejo de mi estado: ¡agónico! Fueron los cinco kilómetros más rápidos de los últimos años. Terminé con el estómago revuelto y el corazón en la boca, pero feliz por haber celebrado de esa manera el amor y la vida en pareja.

 

Ficha de valoración de San Valentín Diferente
14 de febrero de 2016, playa Malvín (Montevideo)

Comunicación:  La comunicación de la carrera fue oportuna y presentó un diseño moderno y lúdico. Desde semanas antes los interesados contábamos con todos los datos necesarios de la actividad, la inscripción y el pago. La convocatoria de la carrera dejó de ser una simple publicación en las redes sociales y se convirtió en un mensaje con una gráfica profesional y bien cuidada que da cuenta de la preocupación del organizador en términos de imagen institucional.

Entrega de kits: La entrega de kits fue en Motociclo Sports (Malvín) con un servicio ágil que nos demandó apenas minutos. El local de Motociclo de la Avda. Legrand se ha constituido como sede de entrega de chips y remeras de varias carreras; comúnmente se realizan en un horario amplio y durante varios días para comodidad de los corredores.

Remera:  De calidad intermedia y con modelos para hombres y mujeres. Lindas, salvo que eran blancas y me niego a disfrazarme de “heladera”. Las remeras blancas son solo para sílfides, los demás quedamos muy desfavorecidos. Como no eran obligatorias, decidimos asistir con las musculosas de Uruguay para contrarrestar el día de intenso calor.

Manejo del tiempo: La San Valentín Diferente se restrasó y largó media hora más tarde de lo previsto. El retraso no es habitual en las carreras y entrenamientos que organiza Mauricio Ramírez y creemos que en esta oportunidad se debió a la gran cantidad de gente que había en la playa puesto que era un día de gran calor.

Recorrido: ¡El recorrido es hermoso! Sale del Museo Oceanográfico hacia el este por la arena, recorre la costa de la playa del Buceo, pasa por ACAL (club de remo) y sigue hasta Malvín para retornar al punto de largada. Todo el recorrido es por arena, salvo el predio del club de remo (escasos metros que están pavimentados). El atardecer primero y las estrellas después dan el marco romántico esperado.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): En el retorno de los 5 k (exactamente a la mitad) había un puesto de agua que estaba caliente producto de las altas temperaturas del verano uruguayo. También había agua y fruta al finalizar. Los servicios de esta carrera estuvieron a la altura de la inscripción abonada.

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡Claro que sí! Ojalá el año próximo podamos festejar San Valentín corriendo en parejas, como ya El Cantero Entrenamientos impuso a modo de celebración.

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

 

¡Cómo nos gusta la San Antonio!

SanAntonio1

La carrera. ¡Cómo nos gusta la San Antonio! Desde que nos iniciamos como corredores procuramos participar año a año. Es un clásico y en esta oportunidad circuló que se realiza desde hace más de 70 años. No podemos dar por válida la afirmación puesto que no hay documentos oficiales que la respalden; aún así sabemos que es una carrera de muy larga trayectoria y alta convocatoria.

Más allá de esa cuestión, la carrera que sube el Cerro San Antonio en Piriápolis es una instancia deportiva excepcional que marca cada febrero y que concita el interés de corredores de calle y también de los que gustan del trail (aunque transita por asfalto, agrega el desafío de subir el cerro).

De Montevideo salimos minutos antes de las 17 horas ya que la largada estaba prevista para las 19:30 h y, como es parte del calendario de la Confederación Atlética del Uruguay (CAU), sabíamos que sería puntual. La interbalnearia estuvo ágil durante la primera hora de viaje y después el tránsito se volvió cansino. Un accidente en la carretera generó un caos y, al igual que nosotros, otros corredores veían pasar el reloj y calculaban si llegaban a tiempo o no mientras los vehículos avanzaban a paso humano.

Ya estábamos en camino y no íbamos a regresar, así que decidimos seguir y largar sin considerar el reloj y la hora de salida de la carrera. Si llegábamos tarde, correríamos de todos modos. Una vez que lo decidimos y lo afirmamos, continuamos con el ritmo que el lento tránsito nos imponía. Unos 40 kilómetros antes de Piriápolis se despejó el atolladero y pudimos acelerar. Llegamos a Piriápolis a las 19:40 y largamos corriendo desde el lugar donde logramos dejar el auto.

Al llegar a la línea de salida, frente a la fachada majestuosa del Argentino Hotel de Piriápolis, advertimos que la carrera estaba retrasada y tanto se atrasó que pudimos encontrar a nuestra compañera Mónica, saludarla y hasta charlar.

El homenaje y la experiencia en carrera.  Tachi, el papá de Mónica, estaba en Piriápolis de vacaciones, cerca de donde se realizaba la carrera. Días antes se había realizado un estudio exploratorio muy importante para la cirugía cardíaca a la que se someterá. Por ello consideramos que el marco era ideal para correr por Tachi y regalarle nuestra energía en un momento sensible.

Con el papá de Mónica en nuestras espaldas, largamos la Doble San Antonio que salió muy tarde (¡35 minutos después de la hora prevista!). Como Osmar hacía mucho que no corría, decidió “llevarme” ya que argumentaba que se “arrastraría como un gusano”. Y pobre de mí, porque su “arrastre” es mucho más rápido que mi mejor ritmo, así que me pegué a sus espaldas y comenzamos una de las carreras más lindas de nuestro país.

Los primeros kilómetros transitan por la rambla, son la entrada en calor. Después empieza la trepada que tiene tres estadios bien marcados. Osmar corría con ritmo y cada tanto se daba vuelta para saber dónde estaba yo que procuraba seguirle el paso. Los participantes vamos en manada y pegados uno junto a otro sobre la izquierda, ya que es una carrera rápida y la élite comienza a bajar inmediatamente. Sin tregua y sin aliento subimos hasta cima del San Antonio -la mitad de la carrera- para comenzar un descenso de zancada larga, también agobiante. Fue mi mejor tiempo (43:31) y al terminar, con ese ahogo profundo y molesto que revuelve el estómago, sentí la felicidad de haber dejado todo, hasta el alma.

 

Ficha de valoración de Doble San Antonio

6 de febrero de 2016, Piriápolis (Uruguay)

 

Comunicación:  La comunicación de la carrera fue tardía ya que, por motivos de gestión, la asignación del responsable de la logística se hizo apenas dos semanas antes. Mientras tanto los rumores inundaban la red y hasta se escuchó que la carrera se aplazaría un par de semanas; finalmente supimos que se realizaría el fin de semana de Carnaval, como es habitual en los últimos años. La convocatoria, a pesar del poco tiempo, fue muy buena con una presencia significativa de deportistas. A diferencia de años anteriores con largada nocturna, en esta oportunidad la propuesta era la de correr en la tardecita. En un principio el cambio no parecía alentarnos mucho, pero fue lindo correr con la caída del sol (el retraso nos permitió ganar una media hora sin sol en un fin de semana de calor, como es habitual en el verano 2016).

Entrega de kits: La propuesta de entrega de kits fue amplia, en Montevideo y en Piriápolis días antes, y también unas horas antes de la carrera en el lugar de salida. Aún así, parece que el motivo del retraso (del que los organizadores y los responsables de la logística no dieron explicaciones) fue justamente la entrega de kits de última hora. ¿No será momento de tomar una decisión en relación con la entrega de chips y números antes de la carrera para no restrasar la salida?

Remera:  La Doble San Antonio es una carrera popular y de bajo precio que no incluye remera. ¡Una buena decisión!

Manejo del tiempo: En esta oportunidad, debemos decir que, a pesar de habernos beneficiado por el retraso, no es profesional largar una carrera 35 minutos después de lo estipulado. La observación vale para todos los responsables de la actividad (CAU, las autoridades de Piriápolis y Suca Sports).

Recorrido: ¡El recorrido de la San Antonio es único, rápido y adrenalínico! En Uruguay los corredores subimos dos cerros, el de Montevideo y el San Antonio, y cada verano esperamos ansiosos la fecha en la que nos congregamos en Pirápolis y encaramos subir el segundo con fuerza y determinación. No es una carrera sencilla ni es para los que recién se inician, hay que considerar la fuerza de piernas que demanda subir y ocuparse de no dañar las rodillas al bajar.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): Adecuados y suficientes, en especial en un día de calor.

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡Sí! Una y otra vez, corriendo y en bicicleta me gusta subir el San Antonio y medir mis fuerzas de ida y de vuelta. Además, es una carrera populosa en participantes y público. La San Antonio es única.

 

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

 

Con un calor abrazador y abrasador: la Adventure Race Punta Ballena

Con el diario del lunes. Lo escuché más de una vez, incluso de algunos corredores muy confiables: “Esa carrera es fatal, el calor es abrasador”. Las referencias eran a un calor que abrasa y abraza, pues enero en las playas del este de nuestro país no puede ser de otra manera, salvo que justo esté fresco. Aún así y sabiendo que mi cuerpo responde muy mal al calor (me deshidrato fácilmente), decidí inscribirme y participar de la carrera ya que habitualmente no estoy en enero en esa fecha y por eso nunca la había realizado.

Al regresar de las vacaciones, me preparé mentalmente (no tuve tiempo para una actualización física) y debuté en 2016 con la opción larga (21 k) de la Adventure Race Punta Ballena que se realizó en la mañana del 17 de enero.

La carrera. La Adventure Race Punta Ballena, con sus dos modalidades (corta de 9 k y larga de 21 k), es un clásico del verano. Junto con la San Fernando, es una de las primeras contiendas de la temporada. Congrega, por ello, a turistas y a los corredores uruguayos que veranean en el este, también a los que se “rostizan” en Montevideo y otras ciudades. Es entonces una linda oportunidad para hacer deporte en el marco de una temporada que, por suerte, ya no se presenta alicaída (cada vez hay más instancias de todo tipo y color).

La carrera ofrece un marco excepcional: la playa de Punta Ballena y el Arboretum Lussich. Para sumar kilómetros, en los 21 k, se agrega un recorrido demoledor (física y psicológicamente) en Solanas. Luego se recorren algunos kilómetros frente a la Laguna del Sauce y el remate final es en la playa de Solanas nuevamente.

El homenaje y la experiencia en carrera. Los primeros 21 k del año fueron en homenaje a Adriana, Tachi y Luisina.  Adriana es la “segunda mamá de nuestra amiga Shen” y ha enfrentado valientemente un diagnóstico de cáncer. Tachi es el papá de nuestra compañera Mónica y en este momento se apronta para una cirugía cardíaca importante. Luisina es una niña pequeña; ella y su familia pelean ante un linfoma. Con estos nombres y estas historias me aventuré a correr el domingo 17 de enero en un verano tórrido y un día espléndidamente caluroso ya desde temprano en la mañana.

Y hoy, un mes después, sigo sintiendo el calor caribeño, la falta de aire y las consecuencias de la deshidratación de una carrera de locos, sin lugar a dudas. Los 21 k Adventura Race Punta Ballena fueron una tortura. Salí con ganas y muy entusiasmada, pues era la primera carrera del año. Ya en el Arboretum Lussich, a los pocos kilómetros, me sentí ahogada y en el desvío de los 9 k pensé en cambiar de carrera. Seguí por inercia. Al salir de Solanas sabía que debía abandonar, no me sentía bien. Pero me costaba tomar esa decisión por el peso de los nombres que llevaba en mi espalda. Por convicción y apego a la causa que desde Distancias Solidarias pregonamos, terminé la carrera. Adriana, Tachi y Luisina fueron la fuerza con la que pude resistir al abatimiento y la deshidratación.

Ficha de valoración de Adventure Race Punta Ballena
17 de enero de 2016, Punta Ballena (Maldonado)

Comunicación:  La comunicación previa a la actividad fue muy buena y se brindó la información adecuada. El aspecto más sobresaliente es la gestión del organizador (Suca Sports) al haber agregado PayPal como otra forma de pago, además de la red de cobranzas habitual. ¡Felicitaciones por la iniciativa!

Entrega de kits: Gran parte de los deportistas debimos retirar el kit en la mañana de la carrera porque solo había una instancia previa para ello (jueves de 13 a 19 en Montevideo). La fila era larga y poco ágil. La aglomeración de gente, aspecto ya sabido por todos, retardó la hora de salida de la carrera.

Remera: De calidad intermedia y con modelos unisex. Parece que la tela es bastante buena, la verdad es que la recogí sin preocuparme por el talle y el modelo, decidida de antemano a regalarla como tantas otras remeras de la misma índole. Los organizadores plantearon, como novedad, entregar la remera al final de la carrera y la cola (luego del intenso calor sufrido) era lenta e insoportable. Además, había pocos talles para elegir.

Manejo del tiempo: A pesar de todos los pronósticos (esta carrera y otras tantas del mismo organizador son famosas por salir tarde), la carrera comenzó 10 minutos después de lo pautado. A las 9:10 AM con el sol haciendo de las suyas, los corredores salimos por la arena ya caliente hacia el Arboretum Lussich. No es tan grave si se considera que lo habitual es salir tarde, aún así, nos parece un detalle que debería corregirse si se pretende ofrecer servicios profesionales a la altura de la inscripción cobrada.

Recorrido 21 k: La carrera sale desde la playa Solanas hacia Punta del Este para tomar el Lussich por debajo del puente. El recorrido de la primera parte es en el Arboretum Lussich (el parque más bello de nuestro país), luego el complejo Solanas Vacation Club, la costa de la Laguna del Sauce (otro imperdible del este) y la playa nuevamente. Es un recorrido tórrido que se hizo difícil ya desde el Arboretum, pues debido a las altas temperaturas este genera un microclima caribeño difícil de soportar, muy húmedo y sin aire. El pasaje por Solanas es aburrido, sin sombra y muy caluroso. La carrera despierta interés en la última parte nuevamente, en la ribera de la Laguna del Sauce y en la playa, luego de atravesar las dunas blandas de esa zona.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): La carrera estaba bien señalizada y los puestos de hidratación fueron los planteados. ¿Suficientes? ¡No! Pero con ese marco de alta temperatura, debería haber un puesto cada 5 kilómetros como máximo. El de Gatorade, en la Laguna del Sauce, estaba desprovisto cuando  pasé. Yo no lo estaba esperando, puesto que no consumo ese tipo de bebidas, pero sé que para muchos fue un contratiempo significativo.

Solo había frutas en uno de los sitios de aprovisionamiento y la verdad es que este servicio deja bastante que desear, fundamentalmente al comparar carreras similares en la región.

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡No! Salvo que cambie el horario. La Adventure Race Punta Ballena es una carrera para largar a más tardar a las 7 AM, incluso antes. Es inadmisible correr con esa temperatura y sensación térmica, es un peligro por el riesgo que conlleva. A nuestro modo de ver, es una irresponsabilidad de los organizadores y también de los corredores (que somos mayores de edad y aceptamos sin que nadie nos obligue a participar de carreras en esas condiciones). ¿Hasta cuándo lo vamos a seguir haciendo? ¿El límite es la vida de alguno de nosotros?

La carrera es muy linda, pero a las 9 de la mañana del verano uruguayo se vuelve insufrible y el cuerpo paga las consecuencias de la deshidratación y de la exposición al sol. En futuras ocasiones participaré, solo si se larga temprano en la mañana o en la tardecita, de lo contrario no seré cómplice de una propuesta irresponsable.

 

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

 

The North Face Challenge Bariloche: una espléndida carrera en el impresionante Cerro Catedral

La carrera. North Face Argentina realiza desde hace unos años carreras bajo el nombre “The North Face Challenge”. Hace unos meses nos enteramos que la edición 2015 tendría lugar en Bariloche el domingo 6 de diciembre y decidimos participar como cierre de las actividades deportivas del año. En 2014 fuimos a Chile a correr la VUT y este año optamos por Argentina.

The North Face Challenge Bariloche ofrece tres distancias: 10, 21 y 50 k en el Cerro Catedral, a 23 k de la turística ciudad de Bariloche. El viernes volamos de Montevideo a Buenos Aires y de Buenos Aires a Bariloche y el sábado de mañana fuimos a retirar los kits a un pequeño centro comercial en la base del cerro. Nos sorprendió la agilidad del servicio y la buena onda de todos. En minutos finalizamos ese trámite y regresamos en la tardecita para la charla técnica.

El día estaba hermoso, con un profundo cielo azul y apenas un poquito de calor. En un espacio abierto, al lado del arco de salida y de llegada que ya estaba armado, a las 19:15 h y sobre un gran escenario se presentó el responsable de la organización. El ambiente era increíble, había cientos de corredores que charlaban, se tomaban fotos, había música y en el aire se sentían las ganas de correr. El interlocutor, en primer lugar, se refirió al tema de las remeras oficiales que no llegaron a tiempo [link] y para eso invitó al representante de The North Face quien abordó el problema directamente. Fue casi una clase de gestión de crisis; un ejemplo para los organizadores uruguayos que suelen ignorar y minimizar los problemas. Luego se refirió a cuestiones operativas de las carreras y recomendaciones varias.

Después fue el turno del responsable del trazado de la carrera quien acaparó toda la atención. Con detalles y muchas recomendaciones, “dibujó” palabra a palabra el recorrido de los 50 k mientras en dos pantallas gigantes se veían la altimetría y el mapa. Para finalizar, comentó brevemente cuestiones relativas a las otras dos distancias. Nos fuimos con el ánimo en alto y deseosos de que llegara el día siguiente. La carrera larga estaba planificada para las 7 AM y los 21 k para las 11 AM; esa noche cenamos pasta y procuramos descansar porque sabíamos que el cerro nos esperaba con las sorpresas propias de una inmensa geografía tan lejana para quienes vivimos en un país plano.

El homenaje.  El viernes previo a la carrera nos enteramos de que la mamá de Nelly Niebla (una amiga de las carreras, un lazo más que nos heredó nuestra amiga Bea) estaba mal producto de un infarto. Tan rápido como pudimos, nos contactamos con Nelly y le pedimos permiso para llevar el nombre de su mamá en las montañas argentinas. Nelly respondió rápidamente y el sábado pudimos escribir el cartel que orgullosamente portaríamos el día después. Al armar el equipamiento en la nochecita del sábado, dejamos constancia de nuestro homenaje.

 

Ficha de valoración de The North Face Challenge Bariloche
6 de diciembre de 2015, Bariloche (Argentina)

Comunicación:  La comunicación de la carrera fue profesional, vistosa y muy completa; realizada por expertos en comunicación y márketing, sin lugar a dudas.

Entrega de kits: La entrega de kits estaba prevista para la semana anterior en Buenos Aires y el sábado en Bariloche. Había varias estaciones: para retirar el número, el chip y una bolsa con muchos regalitos (galletitas, pañuelos húmedos, sal de mesa, desodorante y un lindísimo buff) y finalmente la remera. Fue ágil y muy amena pues todos atendían con dedicación y alegría. Se respiraba ambiente de gran carrera.

Remera:  Las remeras oficiales de la carrera no llegaron a tiempo por cuestiones aduaneras. Según se informó, quedaron retenidas en el Puerto de Buenos Aires. En su lugar, nos entregaron remeras alternativas que eran muy vistosas (con diseños diferenciados para hombres y mujeres), aunque de calidad intermedia. Los organizadores prometieron entregar las remeras oficiales en 40 días.

Manejo del tiempo: Las carreras internacionales de este porte suelen ser puntuales y esta no nos defraudó. El manejo del tiempo no suele ser un ítem a evaluar en otros países pues las salidas tarde no son habituales (son un grave demérito), pero en Uruguay evaluar el manejo del tiempo se hace necesario pues varios organizadores se comportan muy irrespetuosamente.

Recorrido de los 21 k: ¡Qué lindo fue el recorrido de los 21 k! El Cerro Catedral es magnífico y algo difícil, obviamente. Pero la carrera es accesible si se está entrenado. La salida es muy demandante pues los tres primeros kilómetros son en subida (¡y qué subida!), después hay de todo: caminos estrechos y anchos, bosque, arena, grandes piedras y agua muy fría para reavivar los pies que a estaban casi marchitos por el calor y el esfuerzo. Recomiendo entrenar con conciencia para no padecer la geografía, porque de disfrutar ni hablamos… en las carreras no se disfruta el recorrido, se disfruta el logro.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): El recorrido de los 21 k estaba excelentemente bien señalizado, se transitaba por caminos “oficiales” con los avatares de la montaña y solo en dos ocasiones el paso implicaba cierto riesgo y un poco de miedo para los que tenemos vértigo. Había tres puestos para los 21 k: a los 8, 15 y 18 k. En el primero y en el último había snacks salados, barritas de cereales, fruta, agua y bebida isotónica. En el segundo había agua muy fresca que, con una bomba y a través de una manguera, los chicos encargados del puesto tomaban de un deshielo mientras se divertían al hidratar a los corredores que procurábamos algo frío pues hacía mucho calor.

¿Con ganas de correrla una vez más?: Al terminar la carrera pensé cuánto me gustaría volver a correrla ya que fue una de las mejores del año. A pesar del cansancio y del esfuerzo de haber realizado 3 horas y 42 minutos de ejercicio, me invadía una sensación de logro alcanzado y de superación que compartía, obviamente, con todos los deportistas que con orgullo portaban la gran medalla “finisher” que nos entregaban al cruzar la meta.

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

 

 

Reebok: «la» carrera entre las 10 k

La carrera. La 10 k Reebok es una de las carreras más esperadas del año; junto a la Nike se disputaron durante mucho tiempo la primacía, y la competencia entre ambas elevaba el nivel de las dos carreras más grandes (en participación y presupuesto) de nuestro país. Yo estrené condición de corredora en la Nike y la Reebok me fue esquiva, por cuestiones de calendario, durante varias temporadas. Mi favorita era la Nike, pero lamentablemente ya no está y parece que los méritos de la Reebok son más que suficientes como para ocupar ese lugar.

De la Reebok se hablaba en las redes sociales las semanas antes y de su realización se sabía desde inicios del año, pues es parte del calendario de la Confederación Atlética del Uruguay (CAU). Las carreras grandes generan una previa especial que entusiasma a novatos y experimentados. Además, son buenas oportunidades para debutar y por eso son carreras difíciles para hacer buenos tiempos. Pero son también una buena ocasión para volver a los orígenes y recordar la primeras carrera: la angustia que se reflejan en el rostro antes de largar, la dificultad de esa subida que parece que se “come” toda la energía y la emoción de cruzar la primera meta. Para quienes hace mucho que corremos son, en especial, buenas carreras para motivar a los que recién comienzan.

En 2015 la Reebok celebró su décimo aniversario y arañó los diez mil inscriptos. Fue, sin lugar a dudas, una fiesta del atletismo nacional en la que nos encontramos con muchos de los amigos que hemos cosechado en este tiempo de carreras.

 El homenaje. Este año ha sido de homenajes a mujeres, mayormente. En particular hemos corrido por dos amigas: Lucía y Gladys. Ambas “vienen piloteando” dos cuestiones de salud muy agresivas; su entereza y su arraigo a la vida nos han demostrado el gran valor que tienen. A su vez, hemos corroborado la importancia de la red de energía y de afecto que se genera en las instancias deportivas en las que homenajeamos a luchadores anónimos como Gladys y Lucía.

En Distancias Solidarias no nos cansamos de “correr por”, nuestras actividades deportivas adquieren mayor sentido cuando las hacemos en nombre de otros. No se trata solamente de carreras en las que nos medimos nuestra fuerza física y mental, son oportunidades de entrega en las que nuestro esfuerzo se vuelve algo más.

 

Ficha de valoración de los 10 k Reebok
21 de noviembre de 2015

Comunicación: Esta carrera es una actividad organizada profesionalmente y todas sus manifestaciones tienen el mismo tenor. La comunicación está muy bien planificada y se difunde a través de todos los medios masivos, con especial énfasis en las redes sociales. La información, entonces, es siempre correcta y oportuna.

Entrega de kits: La entrega de kits se realizó en diversos lugares durante varios días. Fue muy ágil; nos atrevemos a decir que la más rápida de todas. Fui a Tres Cruces, por cercanía, y contaba con muy poco tiempo, tanto que decidí ni siquiera probarme la remera. En menos de diez minutos realicé toda la gestión y me fui con el kit en mano.

Remera: La remera es la mejor del año, en calidad y diseño. Por supuesto que había varios talles y modelos para hombres y mujeres. El color, entre rojo y fucsia, es novedoso y muy llamativo. Por su calidad es una remera que se lucirá durante mucho tiempo en las corridas. Es muy fresca, así que es ideal para los días calurosos también.

Manejo del tiempo: ¡Puntual, como debe ser, como es una constante en la CAU! Salvo una sola excepción en el año, las carreras de la Confederación se largaron con puntualidad inglesa.

Recorrido. El recorrido de la Reebok es precioso ya que combina rambla, calles interiores y grandes avenidas, además de dos puentes (el “distribuidor” de Barradas y el Puente de las Américas). El punto de salida y llegada de la carrera es el mismo —San Marino y rambla— en la majestuosa zona de Carrasco, uno de los barrios más agraciados de Montevideo.

El trazado de la Reebok ofrece un momento único: al subir a la pasarela de Barradas, casi al inicio de la carrera, se ve la larga fila de corredores que ya van sobre el Puente de las Américas. En este caso fue un río granate que se movía con cadencia y ritmo de gran carrera. Luego de cruzar el Puente, se toma la Avenida Gianattasio y el regreso es por la rambla, por eso es circular pero con un retorno diferente al del inicio.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): En una carrera de este tenor hay cuestiones que, por su envergadura, deben salir bien y así fue en esta oportunidad. La Reebok fue una carrera segura, con tránsito cortado y vigilancia en las esquinas críticas, con vallas en la largada y llegada, con suficientes baños químicos, con emergencia médica, entre otros. Hubo hidratación antes de comenzar pues era una tarde muy calurosa, durante el recorrido los corredores tuvimos agua fresca y al final agua y bebida energizante.

A mejorar: En este apartado queremos mencionar algunos detalles que, a nuestro criterio, deberían revisarse. Planteamos tres cuestiones sin orden jerárquico, son aspectos bien diferentes, pero no menores.

A través de la cámara a bordo de Eduardo Dutra, atleta que corre en silla de ruedas, vimos las dificultades que tuvo en los últimos kilómetros al encontrase de frente —casi chocarse— con los corredores que largaron al final de la gran masa de más de nueve mil participantes. Tanto Eduardo como los corredores más rezagados merecen que este aspecto se considere para futuras ediciones.

Los ganadores de la carrera, además de los puntos para el campeonato, se llevaron como premio ¡una bolsa de caramelos! Como dijimos, se trata de la carrera más grande del año y que contó, además, con el auspicio de una importante entidad financiera. Descuidar los premios no es un detalle insignificante.

La gran cantidad de corredores demanda salidas por tiempo (para quienes corren el kilómetro en menos de 4 minutos, para quienes lo hacen en 4:30, 5:00 y así sucesivamente). Solo una vez se realizó una salida así en nuestro país y, a pesar de que no todos los corredores lo respetaron, ordenó el caos que se genera principalmente en los primeros kilómetros. Se imaginan lo que significa largar en una calle estrecha (la rambla a esa altura tiene cantero en el medio) y que cada corredor procure rápidamente ubicarse en su ritmo cuando hay atletas rápidos, otros moderados y los que caminan.

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡Sí! Es el recorrido más original de las carreras de calle de Montevideo y ojalá se mantenga, aunque somos conscientes de lo difícil que se hace debido a las presiones y altos costos de las Intendencias de Montevideo y Canelones. La Reebok se posicionó como la carrera “reina” entre las grandes, por difusión y organización se merece el primer puesto del podio, más allá de algunas cuestiones a mejorar.

 

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

 

Altas Cumbres Serranas: la tercera edición de una carrera con múltiples distancias

La carrera. Altas Cumbres Serranas (ACS) es una carrera que nació como ultra y que año a año ha incorporado diferentes distancias para incorporar a corredores que transitan menos kilómetros. Hace tres años se realizó la primera edición con base de salida y llegada en Aiguá y también el año pasado con un recorrido que incluyó un lindo paseo por las sierras del este.

Toros Eventos Deportivos es la organización encargada de la carrera que parece haber logrado un lugar fijo en el calendario de las rústicas del Uruguay. En 2015 ACS contó con distancias para todos los gustos: 100, 65, 42, 21 y 10 k. Y el Centro Deportivo Municipal Carolino (CEDEMCAR, San Carlos) fue la base de operaciones con el arco de salida y llegada, retiro de kits, duchas y vestuarios, y varios estands con indumentaria deportiva.

El homenaje. Seguimos al firme con dos amigas: Gladys y Lucía. Por ellas y sus familias corremos y lo hacemos con la convicción de generar una sinergia que nos motiva a nosotros a superarnos día a día y a ellos batallar las pequeñas y grandes cuestiones de sus enfermedades.

 

Ficha de valoración de Altas Cumbres Serranas
8 de octubre de 2015, Maldonado

Comunicación:  La comunicación de la carrera no fue buena ni oportuna. Fue desprolija en las entregas y en los datos ofrecidos. Un solo ejemplo es suficiente: el plano de cada distancia se difundió dos días antes, se imaginan que para quien planificaba hacer los 100 k ese dato era fundamental. Y el plano no contaba con los datos de la altimetría que son esenciales en ese caso.

Entrega de kits: La entrega de kits se realizó el mismo día y fue ágil, había varias personas atiendo con total disposición y buena onda, a pesar de estar trabajando desde la madrugada (los 100 k salieron a la 1 AM). De todos modos y como es nuestra costumbre, llegué con tiempo suficiente así que no tuve que lidiar con los apuros de último momento.

Remera:  La remera es de calidad intermedia alta, en el frente tiene el lindo logo de la carrera y una frase muy motivadora detrás (“¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”) pero solo había talles para hombres, así que no la usaré porque me niego a disfrazarme con las “bolsas unisex”. Luego de lavarla, ya integra el paquete con remeras que regalamos a instituciones sociales.

Manejo del tiempo: La salida de los 21 k estaba fijada para las 9 AM. Cinco minutos antes nos convocaron a una entrada en calor. No evaluaré los ejercicios propuestos, pues no soy profesora de Educación Física ni entrenadora. Me sumé con el objetivo de “armar ambiente” pues la cosa estaba “chaucha” ya que éramos pocos. A los dos minutos, abandoné la cuestión y me dediqué a realizar trotes por mi cuenta.

Con esa entrada en calor, se retrasó la salida y los organizadores no pudieron cumplir con una regla de oro: honrar el tiempo de los demás. De todos modos, la salida no fue muy tardía y unos 15 minutos después de la hora convocada se dio la “voz de aura”.

Recorrido de los 21 k:  El recorrido de los 21 k es el inicio de las carreras de mountain bike La Carolina de Invierno y La Carolina de Verano (a cargo del mismo organizador). Las primeras cuadras son de asfalto y luego de tierra hasta llegar al costado de la ruta que se transita por el pasto. El cruce de la ruta se realiza por debajo de un puente y nuevamente por pasto el recorrido nos guió a un camino vecinal que nos llevó hasta el primer puesto de abastecimiento que era el retorno de los 10 k. Seguimos hasta el siguiente puesto y retornamos por el mismo camino. Las sierras de Maldonado ofrecen una geografía ondulada de constantes subidas y bajadas. Los pies estaban agradecidos de correr por tierra y pasto en lugar de asfalto, pero la falta de sombra es un ingrediente a tener en cuenta fundamentalmente cuando hace calor. En definitiva, el recorrido es algo interesante pero no es original —el de la edición anterior había sido realmente muy bueno—.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): La carrera es bastante segura básicamente porque se corre por caminos linderos casi intransitados, porque obviamente el paso no estaba cortado. Los 21 k estaban bien señalizados, aunque sé que hubo corredores que se perdieron. Quienes optamos por esa distancia tuvimos tres puestos de hidratación (en el quinto kilómetro y a la mitad, este último tenía ticholos además de agua). En la llegada había agua y fruta (¡que estaba riquísima!) que fueron fundamentales para contrarrestar el gran calor de un fin de semana con temperaturas de verano.

 ¿Con ganas de correrla una vez más?: El recorrido propuesto por los organizadores en la versión 2015 de la ACS no es atractivo y a nuestro modo de ver solo ofreció un marco de competencia que siempre es favorable, pues en una carrera los competidores nos esforzamos más y se generan, además, alianzas y encuentros que permiten mejores logros. Los puestos de hidratación han mejorado y la toma de tiempos fue una muy buena incorporación; la organización se ha profesionalizado, sin lugar a dudas. Si el año próximo se repite este mismo recorrido, no participaré de las Altas Cumbres Serranas porque las sierras en noviembre son de temer (hay que considerar el calor de la época) y porque, como mencionaba anteriormente, el recorrido es bastante soso. Si los organizadores presentan otro recorrido, como el de 2014, seguramente evaluaré mi participación.

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com

10 k Malvín: un clásico por la rambla de Punta Gorda

 La carrera. Los 10 k del Club Malvín son un clásico del barrio y también del campeonato de la Confederación Atlética del Uruguay (CAU). Se trata de una carrera muy profesional, bien organizada y que año a año convoca a más corredores.

El homenaje. Nuestras espaldas continúan firmes para brindar apoyo a Lucía y Gladys, y difundir el mes del lazo rosa en procura de generar conciencia acerca del cáncer de mama.

Un nuevo sentido. Debido al gran esfuerzo del fin de semana anterior en la MATT Trail Run, la estrategia de esta carrera fue diferente. A través de Jennifer Domínguez —corredora, amiga y miembro del grupo de corredores Halcones— tuve el privilegio de ser “pacer” por primera vez en mi vida. Con Shen y Gucci corrimos marcando el paso necesario con el objetivo de realizar los 10 k en 60 minutos.

Los “pacers” o marcadores de paso corren a un ritmo determinado para ayudar a otros corredores a cumplir sus metas. Lo hacen de forma rítmica procurando constancia; corren con la mirada fija en el reloj, no se apasionan por la locura de la salida y tiene como objetivo el promedio. Consideran las cuestas, aprovechan los descensos y el viento a favor, calculan el viento en contra, el cansancio y saben que el fervor de los últimos metros es un facilitador de objetivos para los corredores que llevan a sus costados. Los “pacers” son, comúnmente, corredores con gran experiencia y que, como decimos en el rubro, “están sobrados” en el tiempo elegido para marcar. En Montevideo, los corredores del grupo Halcones son los marcadores de todas las carreras que cuentan con ese servicio. Se los identifica de lejos con sus pelucas verdes, su algarabía y buena disposición, las banderitas que marcan su tiempo y a veces llevan alas negras (al estilo Wim Wenders).

Ir junto a ellos fue una experiencia diferente y muy linda, tanto como me la imaginaba. Disfruté la carrera desde otro lugar y con el ritmo adecuado para la carga que he tenido en el último tiempo. La largada fue particularmente difícil, pues en los 10 k de Malvín los “pacers” largan con la élite cuando el reloj oficial marca 0. Y yo estaba ahí, entre las pelucas verdes de los Halcones y los corredores de la élite del atletismo nacional. Me sentía como “sapo de otro pozo” y al salir los primeros metros fueron muy, ¡muy! intensos. Casi de inmediato nos quedamos sobre la derecha y ajustamos el paso para que los corredores que pensaban ir con nosotros pudieran sumarse al grupo. Y así fuimos de charla en charla, animando, entre saludos de corredores que nos pasaban o cruzaban. Llegamos con la satisfacción de haber ayudado a otros desde un lugar privilegiado, desde el lugar de quien tiene un saber y lo transfiere generosamente.

Ficha de valoración de los 10 k de Malvín
31 de octubre de 2015

 Comunicación: La comunicación de la carrera fue asertiva y con la información necesaria y adecuada, profesional y vistosa. La web es completa, clara e intuitiva.

Entrega de kits: La entrega de kits fue ágil y la bolsa que nos entregaron contenía la remera, el chip, un folleto y un chip de ANTEL. Bastante pobre para el precio de la carrera.

Remera: Es de calidad intermedia alta, azul (parece ser el color de moda) con modelos femeninos y masculinos. Me tocó un talle grande porque fui el último día. Sugiero a los organizadores que publiquen talle y medidas en la web y que al momento de inscripción los participantes definan qué medida desean (para eso es importante que se ofrezca no solo el talle, sino las medidas debido a las variaciones).

Manejo del tiempo: ¡Puntual, como debe ser!

Recorrido. El punto de encuentro de los 10 k del Club Malvín es la Playa de los Ingleses. Este año la carrera cambió en relación con la del año anterior y salió rumbo al este para bordear Coimbra y retornar hacia el oste hasta el Museo Zoológico Dámaso Antonio Larrañaga. En ese punto se doblaba en U para regresar al punto de largada que estaba colmado de espectadores y muy animado.

Seguridad y puestos (de hidratación y de aprovisionamiento): Fue una carrera segura, con el tránsito cortado, como es habitual en las actividades de la CAU. Contó, además, con los puestos de hidratación adecuados durante la carrera y varias cuestiones más al finalizar (Gatorade, barritas de cereales y fruta).

¿Con ganas de correrla una vez más?: ¡Nos encantan los 10 k de Malvín! Los corremos desde hace años, incluso recordamos cuando salía desde el propio Club. Es un circuito lindo y nos gusta que tenga variaciones de sentido. ¡Ojalá podamos en 2016 decir presentes una vez más!

Lic. Gabriela Cabrera Castromán / gabrielacabreracastroman@gmail.com